A un año del trágico temporal en Bahía Blanca: heridas abiertas y un imputado por la muerte de 13 personas

Una herida abierta y un recuerdo que, conforme pasa el tiempo, duele más. La noche del 16 de diciembre de 2023 marcó un antes y un después para Bahía Blanca. Un temporal con vientos de hasta 140 kilómetros por hora provocó la muerte de 13 personas en el Club Bahiense del Norte. En el resto de la ciudad voló techos de casas, galpones, tiró cientos de árboles y dejó un fin de año amargo para miles de vecinos.

En noviembre, fue imputado el ingeniero que en 2016 certificó que la construcción del club cumplía con las condiciones necesarias, pero se desestimó la responsabilidad de la Comisión Directiva y la Municipalidad.

Celeste Castillón (37) volvió a su casa en junio, seis meses después de perder a su marido Ariel Baldi (45) y a su hijo Benicio Baldi (5). Ella, Ariel y Benicio habían ido a alentar a Lola (la hija mayor del matrimonio Baldi) en su presentación de patinaje en Bahiense del Norte, el club barrial de los Ginóbili, en Salta 28. Los tres estaban en la tribuna cuando el temporal derribó una pared del club, que cayó sobre ellos.

La lista de víctimas fatales la completaron Juana Danszyt (67), Luis Pérez (67), Rosa Figueroa (66), Braian Ortega (27), Diego Cassati (45), Juliana Barquero (51), Adriana María Contento (63), Norma Gladys Nieto (61), María Laura Rodríguez (42), Federico Duo (44) y Diego Carrasco. Muchas personas resultaron heridas de gravedad.

Los velatorios de varias de las víctimas fueron en la casa fúnebre Bonacorsi dos días después del temporal. Allí, Clarín pudo conversar con Celeste por primera vez: ella, en silla de ruedas y con heridas en el cuerpo, contaba que a su esposo lo habían encontrado los bomberos entre los escombros, protegiendo con su cuerpo a su hijo Benicio.

Durante la primera mitad del año, Celeste y Lola vivieron en un departamento prestado por una amiga de Celeste. “Estábamos refaccionando mi casa antes de que fallecieran, así que primero nos mudamos por eso, y después cuando pasó todo la psicóloga me dijo que quizás podía tomarme un tiempo para volver a casa y estar en contacto con todos los recuerdos”, rememora en una nueva charla con este diario.

Cuenta que en su momento hubo una conversación y un contacto con Leandro Ginóbili, presidente del Club Bahiense del Norte y hermano de Manu Ginóbili, y que incluso el ex basquetbolista fue a visitarla al departamento que le prestaron.

Rubén Ariel Baldi (45) y su hijo Benicio (5) murieron en el derrumbe en el club Bahiense del Norte. Son dos de las 13 víctimas fatales.

“A los tres días de lo ocurrido me transfirió un dinero para que le compre un regalo de Navidad a Lola, y yo se lo recibí solo porque era dinero para mi hija. Pero después se comunicó con una sobreviviente a la que le amputaron la pierna y ella me llamó para increparme con que él me estaba manteniendo. Es mentira, él nunca nos mantuvo”, dice Celeste.

Agrega que iniciará un juicio civil contra el club, porque considera que la responsabilidad de lo sucedido no recae solo en el ingeniero imputado por la fiscalía.

Su hija Lola sigue asistiendo a la institución, donde entrena once horas semanales, pero Celeste ya no pisa el lugar.

“Mi hija volvió a patinar por su profesor, pero no por el club. A las madres esto en vez de unirnos, nos dividió. Un día me encontré entrando al club y lloré mucho porque una me hizo un comentario sobre cómo encontraron a mi hijo el día de la tragedia. Yo fui la única que perdió un hijo. Muchos defendieron a Ginóbili cuando los llamaron a declarar, y para mí es chocante cruzármelo ahí adentro. Por todo eso, ya no voy, solo llevo y traigo a mi hija, pero no entro”, afirma.

Clarín contactó a Leandro Ginóbili, presidente de Bahiense del Norte, pero prefirió no hacer declaraciones.

Celeste Castillón en el sepelio de su hijo y su marido. Foto Archivo / Fernando de la Orden

Como secuela, Celeste quedó con un 60% de discapacidad en la columna. Cuenta que mantuvo conversaciones con el intendente Federico Susbielles para organizar un memorial por el aniversario de la tragedia. Este lunes se decreta a la ciudad de luto y el club permanece cerrado.

A las 18, se realizará un acto de recordación en torno al monumento central de la Plaza Rivadavia, mientras que a las 19 se oficiará una misa conmemorativa en la Catedral Nuestra Señora de la Merced, presidida por el obispo Carlos Aspiroz Costas.

Imputaron al ingeniero del club

En noviembre, la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) N°1 a cargo del fiscal Cristian Aguilar imputó al ingeniero Pablo Gustavo Ascolani, que en 2016 certificó que las construcciones del club cumplían con las condiciones de estabilidad y habitabilidad.

Los peritajes determinaron que el muro presentaba fallas en su constitución. En conferencia, el fiscal Aguilar sostuvo: “El muro es muy extenso (…) a partir de los 7 metros no tiene encadenados, de allí hasta los 11 no tiene ningún tipo de encadenado. Toda esa parte es la que se cayó, por eso muchos testigos en las pericias hablan de que el muro pudo haber tenido un efecto bandera: comenzar a moverse y luego caer porque no tenía sujeción. La pared estaba muy mal hecha, tenía fallas de mortero”.

Por el derrumbe de una pared en el Club Bahiense del Norte murieron 13 personas. Foto EFE

La fiscalía desestimó la culpabilidad de los miembros de la Comisión Directiva del Club y de los funcionarios municipales por la falta de habilitación municipal del club, debido a que los trámites de habilitación se iniciaron en abril de 2016, pero de la prueba recabada se desprende que el municipio “no controla la calidad y los cálculos de ingeniería de la estructura de lo construido sino que la responsabilidad recae sobre el profesional que firma los planos y se hace responsable de las condiciones de seguridad del inmueble”.

A raíz de eso, se recaratuló el caso y se citó al ingeniero para declarar el 28 de febrero.

Aguilar consideró que existen elementos suficientes para sospechar que Ascolani es “autor penalmente responsable de la comisión de los delitos de ‘estrago culposo agravado por la muerte’, y por la puesta en peligro de muerte, en concurso ideal con lesiones leves culposas y lesiones graves culposas, agravadas por la pluralidad de víctimas, en concurso ideal de delitos”.

Una casa destruida como consecuencia del temporal que azotó a la ciudad y otras localidades cercanas en Bahia Blanca, diciembre de 2023. Foto Archivo / Fernando de la Orden

Celeste no está de acuerdo con la desestimación de responsabilidades para con la Comisión Directiva: “Pienso que el ingeniero civil es un pobre perejil que agarraron para firmar los informes. Estoy esperando a que haga su declaración en febrero. Creo que responsabilidades no tiene solo Ginóbili, quizás también Defensa Civil por no avisar”.

“Del municipio pienso que no puedo pedirle algo a Susbielles a seis días de haber arrancado, los clubes ya venían funcionando sin habilitaciones, en todo caso habría que ver que hizo (Héctor Norberto) Gay, que fue el intendente anterior”, concluye Celeste.

Reponen los miles de árboles caídos

La gran pérdida de árboles, que oscila entre 14.000 y 20.000, motivó el Plan Reverdecer Bahía que llevará adelante la municipalidad para la reforestación de Bahía Blanca. El Vivero Unipar cumplirá un rol fundamental ya que donará 20.000 árboles en un lapso de 3 años para contribuir con esta iniciativa.

Miles de vecinos sufrieron la destrucción de sus casas. Foto Archivo / Fernando de la Orden

Se apuntó a la donación de 6.000 árboles para esta primera etapa de reforestación urbana. En noviembre se desarrolló una jornada de plantación masiva en el parque “El Pinar”, la cual contempló la colocación de 450 ejemplares.

MG

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