La batalla cultural que se viene en Estudiantes-River entre los hinchas y Gallardo

Cuando este sábado pise el terreno de juego del estadio UNO, Marcelo Gallardo dimensionará el alcance de aquella ejemplificación comparativa que hizo en pleno Mundial de Clubes.

Una argumentación que no fue leída de manera inocente por el colectivo pincharrata, sino todo lo contrario: para el mundo los cultores de Bilardo y Zubeldía, aquella frase avivó peyorativamente un estigma que -según los hinchas- pesa de manera injusta sobre el cuadro platense. El sambenito de la trampa.

El del exceso de conservadurismo futbolero por encima de la estética. El de la incorrecta lectura del sacrificio y la garra como equivalentes a la barricada.

«Estudiantes contra Barcelona? Otra cultura, eh. Otra historia. Eso también hay que entenderlo así. ¿Podría permitírselo? Si a priori sos inferior a tu rival. Pero bueno, sos River…”.

La consecuencia directa del monólogo de MG fue que avivó una tensión que ya existía entre los dos clubes y que excedía, hasta ese momento, a quienes salían a la cancha.

Es probable que el Muñeco no haya querido ir en desmedro de Estudiantes al explicar, en aquella entrevista con ESPN, por qué salir a neutralizar a un adversario poderoso (como lo hizo el EdeLP de Alejandro Sabella ante el Barcelona en 2009) era incompatible con el manual de estilo de River. Tan cierto como que lo que expresó no fue lo suficientemente claro como para evitar el malestar pincha. Ergo: este sábado se lo harán sentir.

La frase catalizadora

River Plate –  

«Otra cultura»: la frase de Gallardo que despertó el enojo de Verón en Estudiantes

Video: Espn.

En su primera visita a la cancha del León tras sus dichos habrá silbidos y acaso hasta trapos para repudiar lo que se sintió lisa y llanamente como una simplificación del que, por caso, ostenta ser el único equipo de América que le ganó en 2025.

Una reducción a un estereotipo que -sienten- no tiene que ver con Estudiantes ni con sus distintos equipos sinfónicos. Como Los Profesores de la década de 1920 (Miguel Ángel Lauri, Alejandro Scopelli, Alberto Zozaya, Manuel Ferreira, Enrique Guaita).

Como el equipazo de la 82/83, que llegó a reunir a tres #10 en cancha (Alejandro Sabella, José Daniel Ponce y Marcelo Trobbiani). Como el ganador de la Libertadores 2009 con Enzo Pérez, Gastón Fernández y un Juan Sebastián Verón que como presidente se expidió contra su ex cumpa de Selección.

“Al final, los reyes de los buenos modales y los que dan clases de moralismo la hacen peor (…) Se hacen los ofendidos y te la ponen. Viva la ‘otra cultura’”, había escrito la Brujita en Instagram, acompañando la story con una imagen de un león. Palabras que toman significado puestas en contexto.

Verón versus River y viceversa

Verón y Gallardo.

El aguijonazo digital de Verón se dio en el albor del tironeo entre River y Racing por Maximiliano Salas. Tiempos en los que ya merodeaba el plan de la ejecución de la cláusula del Gordo, lo que eventualmente rompía un supuesto acuerdo dirigencial.

Por caso, JSV supo utilizar aquel chispazo entre Núñez y Avellaneda para volver a marcar distancias con Jorge Brito, con quien había mantenido un cruce mediático durante el verano.

Fue cuando Estudiantes -a través de su mecenas Foster Gillet– sondeó a un Sebastián Driussi que metía presión para jugar en River, y en Figueroa Alcorta y Udaondo sintieron que la interferencia sólo sirvió para subirle el precio al jugador y mejorar el negocio que haría el Austin FC (cuyo dueño es amigo de FG).

“Hay que preguntarles si les llegó esa oferta de Foster Gillet por Estudiantes, pero entiendo que Driussi manifiesta que no jugaría en otro equipo de Argentina que no sea River. Cada uno está en su derecho de hacer lo que quiera con su plata o con la que le prestan”, llegó a pinchar Brito, quien tuvo su respuesta de parte de Verón.

Boselli fue repescado por River después del Mundial de Clubes.

“No tuvimos nada con Driussi. Foster es amigo del dueño de Austin. Hicimos una averiguación, previo a lo de River (…) Durante mucho tiempo los grandes usaron a los chicos y le sacaron jugadores. ¿Por qué no nos podemos parar de igual a igual y tratar de competir? Si el chico quiere jugar en River, va a jugar ahí…”, lanzó JSV.

“Todo lo que hace y dice Verón genera desconfianza», había sido crítico Stefano Di Carlo, secretario general y candidato a presidente por el oficialismo en River. «Se metieron, hicieron una oferta, actuaron de modo desleal, sin el consentimiento de jugador, sin el consentimiento de nadie. Y la verdad que es algo un poco lamentable, pero es lo que ocurrió».

En nueve meses, entonces, entre clubes han parido una tensión que se reavivará en el Jorge Hirschi. El último capítulo de la saga fue la repesca de Sebastián Boselli -entonces titular para Eduardo Domínguez- sobre el límite impuesto por contrato y a horas de que Estudiantes jugara una final ante Vélez. Algo que en La Plata fue tomado como una vendetta.

El Muñeco será, por caso, el foco de la hostilidad por una frase que trascendió su mera literalidad. Que para los hinchas de Estudiantes fue una especie de blasfemia. Un golpe al corazón del dogma que avivó la batalla cultural.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Cuándo debo podar el limonero de mi casa?

En la Argentina, el limonero más común es el...

Damián Quiróz: Hay una parte del gobierno que no acusó recibo del mensaje de las urnas

En diálogo con Canal E, el economista Damián...