Los gatos son miembros importantes de nuestras familias y su salud depende en gran medida de lo que consumen. Aunque puede ser tentador compartir ciertos alimentos con ellos, no todo lo que los humanos comen es adecuado para su organismo. Por esta razón, es crucial conocer cuáles alimentos son seguros y cuáles podrían poner en riesgo su vida.
Como carnívoros estrictos, los gatos tienen un organismo diseñado específicamente para digerir y obtener nutrientes esenciales de la carne. A diferencia de los humanos y otros animales, necesitan una dieta rica en proteínas y grasas animales, además de ciertos nutrientes esenciales como la taurina, un aminoácido vital que no pueden sintetizar por sí mismos. Para satisfacer estas necesidades, los alimentos comerciales, ya sean secos o húmedos, están formulados cuidadosamente para cubrir sus requerimientos nutricionales.
Sin embargo, algunos dueños optan por complementar o sustituir la dieta comercial con opciones caseras o crudas, como carne cruda, pollo cocido o pescado sin espinas. Aunque estas alternativas pueden ser beneficiosas si se preparan correctamente, es imprescindible contar con supervisión veterinaria para garantizar que sean equilibradas y cubran todas las necesidades del gato.
Por otro lado, es igualmente importante saber qué alimentos deben evitarse por completo, ya que algunos productos comunes en los hogares pueden ser extremadamente peligrosos para los gatos. Por ejemplo, según informa la marca de comida para mascotas Hill’s Pet, el chocolate y el café contienen teobromina y cafeína, sustancias que pueden causar problemas cardíacos, temblores y convulsiones. De forma similar, la cebolla y el ajo contienen compuestos que dañan los glóbulos rojos, lo que provoca anemia.
A pesar de que en los dibujos animados a menudo se muestra a los gatos disfrutar de leche, el sitio web especializado en animales PetMD afirma que en realidad la mayoría son intolerantes a la lactosa. Así que consumir lácteos puede causarles diarrea y malestar digestivo. Además, incluso pequeñas cantidades de alcohol son extremadamente peligrosas, ya que pueden ocasionar problemas hepáticos, hipoglucemia y daños graves al sistema nervioso.
Otro riesgo potencial son alimentos como carne, huevos y pescado crudos, que pueden estar contaminados con bacterias como Salmonella o E. coli, y también contienen enzimas que interfieren con la absorción de vitaminas esenciales si no se preparan adecuadamente. Por último, alimentos salados o condimentados representan un peligro adicional, ya que el exceso de sodio puede llevar a una intoxicación grave.
Si un gato llegara a ingerir algo tóxico es fundamental actuar rápidamente. No se debe inducir el vómito sin consultar previamente a un veterinario, ya que algunos alimentos pueden causar más daño al ser expulsados. En cambio, lo ideal es contactar de inmediato al veterinario, describir el alimento ingerido y seguir sus instrucciones al pie de la letra.
A pesar de los riesgos mencionados, existen alimentos naturales seguros que pueden incorporarse ocasionalmente en la dieta del gato, siempre con moderación y bajo supervisión veterinaria. Estos alimentos, compartidos por la web de Purina UK, no sólo son nutritivos, sino que también pueden ofrecer beneficios adicionales para su salud.