Vender comida desde la casa en Estados Unidos requiere obtener autorizaciones específicas llamadas Cottage Food Permits, que varían considerablemente entre diferentes jurisdicciones. Los costos para poder llevar adelante un emprendimiento culinario desde el hogar varía de acuerdo a cada normativa local, mientras que los límites de ingresos establecidos fluctúan desde opciones gratuitas hasta tarifas de 100 dólares.
Las licencias para negocios de alimentos caseros, conocidas como “Cottage Food Permits”, permiten la comercialización de productos alimenticios específicos desde cocinas domésticas. Antes de saber cuánto cuesta un permiso para vender comida desde casa, es necesario entender que estas autorizaciones están diseñadas para preparaciones que no requieren control de temperatura para mantener su seguridad, una característica clave que se distingue de establecimientos comerciales tradicionales.
La estructura regulatoria varía significativamente entre estados y crea un panorama complejo para emprendedores que buscan iniciar operaciones alimentarias desde sus residencias. Es que cada jurisdicción establece criterios únicos para:
En la mayoría de las jurisdicciones, el permiso se complementa con capacitaciones en seguridad alimentaria, etiquetado obligatorio y, en algunos casos, inspecciones de la cocina.
El costo de un permiso para vender comida casera en EE.UU. depende del estado y de las condiciones de operación. En todos los casos, requiere cumplir con requisitos sanitarios, etiquetado claro y limitaciones en los tipos de productos.
En California, la figura legal se denomina Cottage Food Operation (CFO) y está dividida en dos categorías:
El permiso es emitido por los departamentos de salud ambiental locales y exige capacitación en seguridad alimentaria dentro de los tres meses posteriores al registro. Además, cada producto debe estar incluido en la lista de alimentos aprobados mantenida por el Departamento de Salud Pública de California.
Los costos del permiso varían según el condado o ciudad, ya que no existe una tarifa única estatal. En el caso de Los Angeles, por ejemplo, es un pago anual de US$292.
Las ventas pueden realizarse en persona, por correo o a través de plataformas en línea, siempre que se cumplan los requisitos de etiquetado.
Texas regula esta actividad mediante la Texas Cottage Food Law. El permiso no tiene un costo específico, pero el límite de ingresos brutos anuales es de US$50.000. Los operadores deben aprobar un curso básico de seguridad alimentaria y cumplir con los requisitos de etiquetado.
El listado de alimentos permitidos incluye:
Quedan excluidos los alimentos que requieren refrigeración, carnes, mariscos, lácteos y jugos frescos. La normativa permite ventas en persona y, bajo ciertas condiciones, entregas en línea o por correo, siempre que el productor entregue el pedido directamente al consumidor.
Florida cuenta con una normativa específica que exime de permisos a los vendedores de comida casera, siempre que sus ingresos anuales no superen los US$250 mil. Este límite fue ampliado en 2021 con la aprobación de la “Ley Hogar Dulce Hogar”.
Esto autoriza la venta directa al consumidor, la comercialización por correo y la entrega a domicilio. También permite el uso de internet para recibir pedidos y pagos.
Aunque no se exige una tarifa de licencia, aquellos que decidan comercializar comida casera deben respetar las regulaciones de etiquetado y asegurarse de que los productos no entren en las categorías de alto riesgo, como lácteos o alimentos que requieran refrigeración.
En Nueva Jersey, los interesados deben solicitar el Cottage Food Operator’s Permit. La tarifa de aplicación es de US$100, monto que también se cobra en cada renovación. Para obtenerlo, se requiere la aprobación de la junta de zonificación local, un certificado vigente de gerente de protección de alimentos y una prueba de potabilidad del agua.
El proceso incluye presentar:
El tiempo de revisión oscila entre seis y ocho semanas, aunque puede extenderse a 12 en caso de productos fuera de la lista estándar. Entre los alimentos permitidos en este estado están:
No se autoriza la venta de productos que requieran refrigeración ni de alimentos que contengan alcohol o derivados del cannabis.
Minnesota regula la venta de alimentos caseros mediante la Minnesota Cottage Food Law. A diferencia de otros estados, esta norma establece dos niveles de registro:
En ambos casos, es obligatorio registrarse con el Departamento de Agricultura del estado y aprobar una capacitación en manipulación de alimentos. La formación varía según el nivel de ingresos: un curso básico gratuito para el primer nivel y un especializado con examen para el segundo.
Los productos aprobados incluyen alimentos no peligrosos y conservas con pH bajo, así como golosinas para mascotas. Está prohibida la venta de carnes, lácteos refrigerados, frutas frescas cubiertas de chocolate y productos con cannabinoides.
Además, la normativa exige que las ofertas de comida humana se realicen en persona, aunque las golosinas para animales sí pueden enviarse por correo.