Supo tener una carrera en el básquet cargada de títulos, pero tuvo que dejar de competir por su propio bienestar.
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Logró varios títulos, tuvo un gran paso por la NBA pero decidió dejar el básquet.
Durante años fue uno de los jugadores más talentosos y carismáticos del básquet español. Empezó a brillar desde chico y su carrera parecía ir en línea recta al éxito. Pero detrás de los títulos y las luces, había algo más que nadie sabía.
Ricky Rubio lo ganó todo con la selección, jugó más de una década en la NBA y fue querido por cada equipo en el que estuvo. Hoy, alejado de las canchas, pelea una batalla distinta y mucho más personal.
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Rubio estuvo casi una década en la NBA. Su última franquicia fueron los Cleveland Cavaliers.
La historia de Ricky Rubio: la estrella que dejó el básquet para poder mantener su vida
Con solo 14 años debutó profesionalmente en el Joventut de Badalona, convirtiéndose en uno de los jugadores más jóvenes en hacerlo. No pasó mucho tiempo hasta que lo fichó el Barcelona, donde ganó la Euroliga en 2010 y dejó su sello en la liga local. En 2011 cruzó el océano para jugar en la NBA: arrancó en los Minnesota Timberwolves, pasó por Utah Jazz, Phoenix Suns y Cleveland Cavaliers. En todos dejó una buena impresión por su talento, visión de juego y actitud dentro del vestuario.
En paralelo, su recorrido con la selección española fue brillante. Campeón del mundo en 2019, MVP de ese torneo, y tres veces campeón del EuroBasket (2009, 2011 y 2015). También fue medallista olímpico. A lo largo de su carrera, supo combinar su costado más competitivo con una imagen positiva y cercana al público.
Sin embargo, los problemas de salud mental comenzaron a golpear cada vez más fuerte. En agosto de 2023, y a poco de que España disputara el Mundial, sorprendió al anunciar que se alejaba del básquet para enfocarse en su bienestar.
“Una noche dije: no quiero seguir con la vida”, confesó tiempo después. El testimonio conmovió al mundo del deporte y encendió una alarma sobre una realidad que suele quedar oculta incluso entre los atletas de élite.
El retiro temporal de la competencia para cuidar su salud mental
Pese a su pausa, en 2024 firmó contrato con el Barcelona. Volvió al club que lo vio brillar, aunque todavía no ha regresado a las canchas de manera oficial. Desde el entorno aseguran que no hay plazos ni apuro, y que la prioridad es que se recupere por completo.
Durante este tiempo, Ricky se ha mostrado más abierto a hablar sobre lo que vivió, e incluso reconoció que pensó en dejar el básquet para siempre. La presión, las exigencias constantes y el duelo por la muerte de su madre fueron factores que lo afectaron profundamente.
El mensaje que transmite hoy va más allá del deporte. Rubio dejó en claro que ningún logro profesional vale más que la salud, y su caso se convirtió en un ejemplo de valentía para quienes enfrentan situaciones similares. El futuro es incierto, pero su impacto ya es enorme.