Adrián Ravier: ‘Con Milei vamos directo a un dígito de pobreza en cuatro años’

En diálogo con La Derecha Diario, Adrián Ravier, economista y actual presidente de La Libertad Avanza en La Pampa, compartió su visión sobre el desafío político que asumió en la provincia, el potencial económico de la región y la necesidad de una profunda transformación en la estructura del Estado.

A lo largo de la entrevista, Ravier abordó la importancia de reducir el gasto público, las oportunidades estratégicas que ofrece La Pampa para atraer inversiones y el impacto positivo de las políticas implementadas por el presidente Javier Milei en el país. Además, destacó el rol clave de la batalla cultural y el trabajo de la Fundación Faro en la defensa de las ideas de la libertad.

La entrevista completa a Adrián Ravier

Ares: Quería empezar en primera instancia preguntándote por qué decidiste sumarte al desafío político, ¿no?

Viniendo más desde un ámbito académico, que tal vez uno, conociendo un poco tu forma de ser, piensa que estarías muy alejado, ¿no?, de esa faceta.

Ravier: De alguna manera, a mí me gusta el ejemplo de Javier Milei, de sentirse ajeno a la política, más allá de ser el presidente de la Nación, de sentirse fuera de la casta, y de tratar de devolverles a los ciudadanos el poder que les fue quitado, ¿no?, de alguna manera. Cuando él habla de devolverles, de bajar los impuestos y devolverle el dinero al contribuyente, o de cuidar cada peso que el contribuyente aporta, siento que estamos haciendo en la práctica lo que decimos en la academia. Y bueno, esto de ser presidente de La Libertad Avanza en La Pampa creo que es un nuevo rol interesante para construir un espacio en un lugar donde la historia de la provincia es la de una provincia 100 % peronista, por lo menos desde lo que uno puede ver en la historia de los gobiernos provinciales.

Y bueno, vamos a tratar de cambiar esa historia. Hay mucha esperanza, es realmente notable, en muchísimas reuniones que he tenido en algunos pueblos, incluso acá en la capital, en la ciudad de Santa Rosa, el nivel de esperanza de la gente, la emoción que tiene mucha gente de ver que hay una posibilidad, y ver también el contraste, ¿no? Toda la preocupación de algunos medios alineados al gobierno provincial por tratar de que lo que estamos intentando empezar a construir se caiga de alguna manera, y poner algunos obstáculos en la construcción de este partido.

Por supuesto, no hay que desconocer que el partido fue creado hace ya un tiempo, un par de años, un poco más, y que no arrancamos de cero. Ya tenemos referentes en todos los pueblos, tenemos muchísima gente afiliada, muchísima gente que presentó sus afiliaciones y está esperando formalizarlas. Así que hay mucho trabajo realizado, por más que fue como en el subterráneo, ¿no?

Fue algo que desde la superficie no se veía el trabajo que se estaba haciendo, y ahora creo que estamos recogiendo los frutos de todo eso, sumado a la figura de Javier Milei, que en La Pampa también está generando cosas extraordinarias. El dato de ayer del diario era que la pobreza estructural bajó en La Pampa, y el mensaje que estoy dando en los medios es que eso pasa por Milei, obviamente, no por Ziliotto, que es el gobernador de la provincia. Creo que la baja en la inflación, la baja…

Bueno, datos de baja de la pobreza, baja de la indigencia en todo el país, por supuesto repercuten acá también, y el plan de estabilización es exitoso en ese sentido. Y bueno, creo que hay mucho apoyo y mucha esperanza, y sabemos que por lo menos de los tres diputados que se van a poner en juego en octubre,  uno va a quedar en La Libertad Avanza, y si hacemos las cosas bien, podrían ser dos también, y si además podemos mostrar que somos una fuerza política que le ganó al peronismo en su tierra, creo que estaríamos cumpliendo el primer objetivo.

Ares: En base a eso te quería preguntar, vos un poquito lo adelantaste, ¿no? Pero,  ¿qué particularidades políticas tiene La Pampa?  Uno nunca se entera de lo que pasa, o no suele haber noticias de La Pampa en general.

Ravier: Bueno, yo llegué a vivir aquí en el año 2010, yo soy de la ciudad de Buenos Aires, viví en Hurlingham, en Ramos Mejía, viví en la capital, y en el año 2010 me vine a vivir acá, y enseguida entré en la Universidad Nacional de La Pampa como profesor titular regular por concurso de Introducción a la Economía, en la carrera de Ciencias Económicas. Y la verdad que hubo mucho respeto en la universidad a mis ideas, que a veces sorprende, pero yo lo tengo que decir porque realmente el decano, el rector, los profesores, independientemente de que sabíamos que teníamos opiniones distintas, siempre hubo tolerancia, siempre hubo respeto al dictado de un contenido que el profesor titular propone, y la verdad que debo agradecerlo, porque escucho cosas distintas en otras universidades o en otras provincias, y no fue el caso aquí. Yo propuse la creación de un observatorio económico, y eso me permitió llegar a muchas notas de prensa durante muchos años, analizando la política económica kirchnerista de manera crítica, propuse crear una diplomatura en economía en la que hemos tenido profesores austríacos invitados para complementar a otros profesores locales que tenían otra manera de ver las cosas, y también me lo permitieron. Y bueno, debo decir en ese sentido que siempre hubo una apertura a estas cosas.

Y desde ahí también pude conocer la provincia porque hay programas territoriales en los cuales vamos a los pueblos, a General Acha, Realicó, Quemú Quemú, Macachín, lugares en los que pude ir a dar clase a gente de muchos lugares. Así que la verdad, desde ese punto de vista, La Pampa es un lugar donde la gente es simple, donde la gente es lo que es, y habla lo que piensa, y en ese sentido creo que hay que celebrarlo, pero también en el contraste, curiosamente la gente tiene mucho miedo de participar en política frente al peronismo. Tiene miedo de ser despedida del trabajo.

Una persona que trabaja en Casa de Gobierno, una persona que trabaja en la municipalidad, si posteaba, por ejemplo, en los tiempos de Macri, algo en su favor o haciendo campaña, lo despedían o algo. En estos tiempos lo mismo, si alguien llega a decir que celebra que Javier Milei baja la inflación y lo pone en las redes, lo van a condenar. Con lo cual, ese miedo yo lo estoy denunciando en estos días, en mi primera inmersión en la política, que la gente no tenga miedo, que se animen, que posteen, que digan lo que piensan, que celebren cada éxito que vamos logrando con el gobierno de Javier Milei, y mucha gente por lo bajo me dice: “Adrián, gracias por decirlo, yo la verdad que no me animo, pero agradezco que alguien lo diga”. Y bueno, es el contraste con lo otro que decía antes. Pero bueno, La Pampa tiene un potencial infinito, es la provincia que está en el centro del país, es una provincia muy rica en cereales, oleaginosas, hidrocarburos, miel, y creo que si se aprovecha el potencial que tiene esta provincia, podría ser una de las provincias más ricas del país, y tranquilamente podría tener el producto por habitante más alto del país, porque hay muy poca gente en La Pampa, mucha riqueza natural y muy poca gente. Entonces acá no puede haber pobres, esta es una provincia tranquila, con seguridad, y por eso también puede ser polémico la manera en que nosotros nos insertamos. Yo salí a decir: “Vamos a aplicar la motosierra en La Pampa”, y cuando voy a los medios y hablo con periodistas, me dicen: “¿Pero a usted le parece que en La Pampa, que es una provincia ordenada, tenemos que aplicar motosierra?”

Sí, le digo, porque si aplicamos la motosierra y bajamos el gasto público, podemos eliminar ingresos brutos, podemos eliminar el SIRCREB, podemos ser la provincia más atractiva para que las empresas vengan a invertir. Tenemos una ventaja en la localización, estamos cerca de Mendoza, cerca de Buenos Aires, cerca de Córdoba, cerca de Bahía Blanca, que está el puerto. Si lo pensamos bien, es un lugar estratégico único. Lo que hay que hacer es generar las reglas de juego adecuadas para que esto sea una isla en un país que mira para otro lado. Si nosotros logramos la menor burocracia, la menor corrupción, la menor carga tributaria, si somos abiertos y eliminamos todos los límites provinciales, que a veces también existen, que son inconstitucionales pero hay barreras también, y las eliminamos y somos abiertos a recibir gente, y hacemos las obras de infraestructura que una provincia como esta merece, todo puede cambiar.

Así que la verdad que hay, por lo menos,  un espacio liberal que faltó en toda la historia de La Pampa, y la verdad que es impresionante lo que la gente dice cada vez que se acerca al espacio, porque realmente soñaban con esto, y ahora es una realidad.

Ares: ¿Cómo llegaste a la Escuela de Economía Austriaca siendo algo que no es tan mainstream en precisamente el ámbito académico?

Ahora, bueno, lógicamente con la evolución de Milei tiene un mayor nivel de conocimiento, pero hace unos años era algo que era solo para algunos entendidos, y eso estaba muy alejado de precisamente lo que era el mainstream.

Ravier: Bueno, en esto también estoy muy alineado a Javier Milei, que ha condenado de alguna manera a la Universidad de Buenos Aires y otras casas de estudio por ignorar olímpicamente a la Escuela Austriaca de Economía. Yo estudié entre 1997 y el año 2002, una carrera que duraba cinco años y medio, seis años, y la completé entre el 97 y el 2002, y siempre quiero decir esto porque hoy las cosas han cambiado un poco en la UBA, entonces sería injusto que yo, que estoy afuera de la UBA, diga cosas que probablemente hayan cambiado. Pero en mi experiencia, entre el 97 y el 2002, en la UBA se aprendía mucho Marx, mucho Keynes y mucho Prebisch.

La figura de Julio Olivera, de Roberto Frenkel y de muchos profesores estructuralistas, no sé, Daniel Heymann, que trabajaba en CEPAL en aquellos tiempos, y otros, le daban la impronta al plan de estudios desde ese lugar. Jorge Schvarzer tenía un libro sobre la industria que supimos conseguir, con medidas proteccionistas y demás. Eso era lo que se enseñaba.

A mí me salvó, digo yo, mi padre, que por haber estado en la UCEDE, recibía las revistas Libertas de ESEADE. Y esa revista Libertas tenía artículos de Mises, de Hayek, de Rothbard, de Israel Kirzner, algún trabajo de Milton Friedman de la Escuela de Chicago, algunos autores ordo-liberales como Luigi Einaudi, Röpke, Erhard, Jacques Rueff, también algún autor como James Buchanan, o Gordon Tullock, o Geoffrey Brennan, de la Escuela de Chicago, también algún artículo de Ronald Coase, del análisis económico del derecho, o el Law and Economics, Derecho y Economía.

También trabajo de Douglas North, sobre la nueva economía institucional. Y bueno, yo, siendo muy joven, en la biblioteca de mi padre encontré esas cosas. Él mismo me preguntaba: “¿Qué aprendiste hoy?”

Yo recuerdo siempre, me dijo: “¿Qué aprendiste hoy?” Bueno, hoy me enseñaron que Keynes fue el salvador del capitalismo. Y él me dijo: “Vení, vení conmigo a la biblioteca”, y me regaló un libro que se titula Keynes en Harvard, del Centro de Estudios sobre la Libertad, en el que participó Alberto Benegas Lynch, padre e hijo, y en ese libro encontré quién era Keynes, con lo cual yo ya tenía una mirada crítica de Keynes mientras me lo enseñaban.

Y en paralelo con eso, empecé a buscar los otros libros, por ejemplo Planificación para la libertad, de Ludwig von Mises, donde hay un capítulo extraordinario que se titula Ganancias y pérdidas, y te explica cómo funcionan los mercados libres, y eso cambia la vida de cualquier economista en formación, porque realmente empezás a entender cómo funcionan los mercados cuando detrás de las ecuaciones que me enseñaban en la UBA yo no entendía nada, realmente. Veía mucha matemática, era bueno en álgebra, era bueno en análisis matemático I y II, estadística I y II, me encantó econometría, relacionando variables, correlaciones, todo tipo de testeos, matemática para economistas, la modelización, pero detrás de todo eso cuesta mucho encontrar al emprendedor, a quienes dirigen los procesos de producción en una economía en desequilibrio, con un problema de conocimiento que Hayek dejó muy bien planteado con el artículo de 1945 El uso del conocimiento en la sociedad.

Entonces creo que, y esto se lo robo a Nicolás Cachanosky,  Nicolás siempre dice: somos bilingües, porque nos formamos con la economía mainstream, pero en paralelo estudiamos la Escuela Austríaca, y creo que en ese sentido es así. Manejamos la economía matemática, porque por algo nos graduamos en esa facultad, y después él se graduó en ORT, en la UCA, pero estudiamos la economía matemática por un lado, estudiamos la Escuela Austríaca por otro, y yo creo que eso es un punto fundamental en nuestra formación. De ahí para adelante, realmente me encontré autores en Argentina muy importantes. Siempre les digo a los españoles: ustedes tienen un Jesús Huerta de Soto, nosotros tenemos cinco.  Tenemos a Alberto Benegas Lynch (hijo), tenemos a Martín Krause, tenemos a Juan Carlos Cachanosky, lamentablemente ya fallecido, en filosofía estaba Gabriel Zanotti, y en derecho estaba Ricardo Manuel Rojas, que tiene aportes muy significativos a temas jurídicos. Pero los cinco eran personas destacadas, y la verdad que yo recibí muy buenas clases de ellos, y la amistad que fui generando, y las redes y demás, hicieron que me nutriera de todo eso, y realmente lo valoro.

Después fui a España a estudiar con Huerta de Soto, pero creo que lo fui a buscar. Cuando terminé la carrera de grado, yo quería aprender formalmente la otra biblioteca, y en esa edad encontré esa oportunidad, tomando clases con estos maestros, y algunos más que no estoy mencionando. Gustavo Mata y Trejo, por ejemplo, para mí fue extraordinario: estudiamos el libro de Rothbard  Man, Economy, and State, en ese momento todavía no estaba traducido al español, y lo estudiamos de punta a punta, sistemáticamente, con un nivel de detalle y profundidad que no es usual, y realmente aprendí mucho, con lo cual siempre agradecido. Después ya el doctorado con Huerta de Soto, y después un paso por el Mises Institute en Estados Unidos, que estuve un verano, donde pude estudiar más en profundidad, y bueno, después ya me puse a escribir libros. Volví a la Argentina y pude sacar este libro La Escuela Austríaca desde adentro, con 20 entrevistas en cada volumen, son 3 volúmenes, son 60 entrevistas a autores de la Escuela Austríaca, también para un poco quitar esta idea de que la Escuela Austríaca es Mises y Hayek. Hay mucho más, y la verdad que cuando te empezás a meter y ves que querés una mirada sobre la teoría de la firma, entrevistás a Peter Klein y aprendés muchísimo desde el punto de vista de la Escuela Austríaca. Querés hablar de microfundamentos y aparece una entrevista a Stephen Horwitz, querés hablar de banca y aparece Lawrence White, querés hablar de macroeconomía y le hicimos una entrevista a Roger Garrison, querés hablar de socialismo y está el aporte de tesis doctoral de Jesús Huerta de Soto, y así puedo seguir. Querés hablar de anarquismo, obvio que está Murray Rothbard, pero también Alberto Benegas Lynch (hijo) habla de autogobierno, que tiene unas variantes interesantes para analizar. Entonces empecé a meterme muy a fondo a la Escuela Austríaca, y creo que eso es lo que me generó cierta amistad con Javier Milei, primero por presentar libros juntos en La Rural. Me acuerdo la foto, la primera foto que tenemos es: Alberto Benegas Lynch, Javier Milei, Juan Sebastián Landoni, que es un profesor de Rosario que da clases en la Universidad Francisco Marroquín, y yo, los cuatro presentando nuestros libros, invitados por Rodolfo Distel y también Unión Editorial. Y bueno, esas oportunidades se repetían, lo cual creo que ahí empieza un poco todo esto: en ver en la Escuela Austríaca soluciones para una Argentina que necesitaba esas ideas.

Ares: Ahora te quería preguntar un poco sobre, precisamente, el rol de la batalla cultural que tiene la Fundación Faro, ¿no? Porque tenemos ejemplos inclusive en la región de que solamente el progreso económico no alcanza, es el caso de Chile, y precisamente ahí toma más que nunca la autoridad y  la importancia de la batalla cultural. ¿Qué nos podés contar sobre lo que hacen ustedes para, precisamente,  darle más herramientas a la gente para dar la batalla de las ideas, no?

Ravier: Sí, bueno, creo que de todo lo conversado con Javier Milei, recibí, digamos, alguna invitación para ser parte del equipo económico, y algunas cosas que por ahí me demandaban irme a vivir a Buenos Aires, y yo no quería, porque tengo hijos pequeños que todavía viven en La Pampa, y quería estar acá, por lo menos estos años. Y en función de eso surgió esta posibilidad de seguir haciendo lo que me gusta hacer, que es enseñar y difundir los principios de la libertad: la libertad individual, la economía de mercado, la defensa de la propiedad privada, el gobierno limitado. Y así fue que me invitaron a este proyecto que encabeza  Agustín Laje a ser parte de esta batalla cultural en temas económicos y no económicos.  Y la verdad que estoy aprendiendo muchísimo.

Todos conocen a Agustín Laje, es una figura pública enorme; trabajar al lado de él es tremendo, porque uno ve la contundencia de sus afirmaciones, la solidez de sus reflexiones, la manera en que las presenta y la convocatoria que genera, y en temas en los que uno no es experto. Yo siempre dije: soy economista, por sobre todas las cosas, y hablo de economía. Y Agustín es una persona que habla de temas no económicos, así que sus libros sobre el globalismo, la batalla cultural, a mí me generan aprendizajes que creo que son claves, y entiendo lo relevantes que pueden ser, porque de repente desde la ONU un grupo de personas, que no fueron electas por nadie, deciden una cantidad de estrategias políticas que se aplican en casi todos los países, casi sin preguntar al ciudadano si está de acuerdo, y la bajada de línea que después llega al aula, a mis hijos, que se les está enseñando cantidad de principios ajenos, ajenos a ellos, a los padres que no optamos por esa currícula, de repente nos damos cuenta de que una agenda rara está impuesta por el gobierno nacional, por los gobiernos provinciales, por los gobiernos municipales, en todas las agendas. No sé, yo puedo contar ejemplos, por ejemplo con el caso del lenguaje inclusivo.

Yo contaba antes la libertad de cátedra: yo puedo definir dentro de la materia que enseño, que es Introducción a la Economía, el contenido, la bibliografía. Pero, en la última oportunidad que presenté mi programa para que lo apruebe el consejo directivo actualizado, poniendo nueva bibliografía y cambiando algunos temas, porque uno va recibiendo también feedback de los alumnos y demás, el consejo directivo me exige, por decisión del consejo de la universidad, incluir en el programa el lenguaje inclusivo. Con lo cual yo digo: bueno, pero yo prefiero que quede así, ¿no? Si hablamos de los alumnos, deben, para aprobar la materia, aprobar el primer parcial y el segundo parcial.

Bueno, ellos me cambian los alumnos por “los alumnos y las alumnas”. Y yo digo: pero esto yo no lo considero necesario, me parece ineficiente, porque además estás agregando palabras, tiempo que realmente fue estudiado esto por Mario Vargas Llosa, ¿no?  El premio Nobel de Literatura cuestionando el lenguaje inclusivo, desde la ineficiencia de la cantidad de palabras que nos están metiendo, digamos, en este caso en el plan que estoy presentando.

Y bueno, y no hubo manera, porque como el consejo directivo toma las decisiones a nivel rectoría y ellos bajan estas líneas para toda la universidad, el lenguaje inclusivo se convierte en una realidad. Después, por supuesto, que si en el aula uno dice:  “Buenos días a todos”, levanta la mano un alumno y dice: “Pero yo soy mujer, usted no me está incluyendo”, ¿no? Entonces uno tiene que entrar a aclarar.

Bueno, es un ejemplo nada más, pero realmente creo que lo que está haciendo Agustín Laje de dar esta batalla, que parece un poco inocente y no lo es, explicitando todas las consecuencias lógicas de las medidas que los gobiernos anteriores han tomado, me parece un aporte clave. Y bueno, lo que decís, Alan, de lo que pasó en Chile, donde han tenido un éxito notable en materia económica, en materia de crecimiento, han reducido la pobreza a un dígito.  Recordemos que cuando Javier Milei llega a la Argentina, la pobreza ya en enero de 2024, vamos a decir, llegaba al 57 % de la población. Hoy estamos hablando de 31 %, yo creo que vamos directo a un dígito en cuatro años nada más. Por lo menos va a estar abajo de la mitad tranquilamente el dato, porque está ordenando la macro, porque está bajando la inflación, porque está haciendo un plan de estabilización exitoso, que impacta en la pobreza, en la indigencia, que estaba arriba de 20 %, ahora está abajo de 10 %, creo que en el 7 %. Bueno, es un cambio rotundo. Nos puede ir muy bien en materia económica, pero si culturalmente la gente abraza ideas contrarias, tranquilamente mañana te votan el retorno del populismo, por ideas no económicas, por ideas y convicciones que, como decía antes, vienen de afuera, y la sociedad termina abrazando su propia desgracia, ¿no?  Entonces empezar a poner en la mesa, con mucho respeto y tolerancia, las ideas que creemos, creo que hace la diferencia.

Yo creo que hay que ponerlas en la mesa, hay que discutirlas, y si no gustan, hay que explicar el porqué y empezar a hablar y a conversar para llegar al último rincón de la Argentina. Creo que es muy importante lo que está haciendo la Fundación Faro. Tenemos mucha apertura en los medios, nos reciben muy bien, nos piden entrevistas todo el tiempo para llevar estas cosas a la mesa y discutirlas, y yo creo que el esfuerzo de Javier Milei en redes ha sido de enorme relevancia, sumado al trabajo de Agustín Laje, sumado al trabajo de Axel Kaiser, sumado a todo lo que se está generando, porque tenemos en Faro invitados como Alberto Benegas Lynch (hijo) o el propio Martín Krause y otros profesores. Realmente hacen la diferencia. Hay mucha gente que se está acercando a los cursos, y bueno, estamos dando la batalla. Hasta dónde vamos a llegar y hasta dónde podamos penetrar en la sociedad para cambiar culturalmente este país, y que a futuro sigan votando las ideas de la libertad, no sé cómo va a ser el resultado, pero claramente va a ser la diferencia entre una Argentina libre o una Argentina reprimida, como la que teníamos hasta diciembre del 23.

Ares: Para terminar te quería preguntar: vos que lo conocés a Milei personalmente, ¿qué podés destacar, precisamente desde el ámbito personal humano que tiene él y desde lo político?

Ravier: Bueno, creo que esto lo he dicho varias veces.  Yo veo en Javier Milei cuatro puntos claves. El primero es que está parado sobre los hombros de gigantes, de la Escuela Austríaca, pero también de la Escuela de Chicago, también de la nueva macroeconomía clásica, también de otros autores como de la Escuela de la Elección Pública. Conoce muy bien los modelos de crecimiento económico, conoce muy bien lo importante que es la apertura económica, la flexibilidad laboral, una moneda sana, la importancia de eliminar la burocracia, y además está encontrando las maneras de llevarlo adelante.

Creo que el primer punto es el teórico. Tiene buenas ideas tomadas de los grandes maestros que nos han formado. En segundo lugar, creo que es muy importante que haya sido consultor, porque él sabe ponerle datos duros al relato liberal que aprendió de esos autores.

Entonces, cuando va a la televisión y discute con un opositor, sea sindicalista, sea político, sea pseudoempresario, él sabe rivalizar con datos lo que está escuchando. Los datos invalidan al oponente teórico del momento. Entonces me parece clave esa conjunción de teoría y práctica.

Tercero,  Milei es docente. Ha sido docente muchos años en muchos lugares, y esto hace que tenga la pedagogía para enseñarle al oyente en cualquier momento un concepto. Si estamos hablando de inflación, todo el mundo asume que ya sabemos lo que es la inflación. Él hace una pausa, cita a Mises y explica que la inflación es tal cosa.

O cita a Milton Friedman, y creo que ya la gente recita esto de memoria: que la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario. Y esto lucha contra muchos otros conceptos, pero esa pedagogía de detener la situación, hacer una pausa teórica para lanzar un concepto y construir desde ahí, eso lo hace un docente. Entonces tiene la buena teoría económica, tiene los indicadores y tiene la docencia, tiene la pedagogía.

Y a eso sumale el Javier Milei carismático, que es una persona que en redes tiene un impacto que realmente no se puede explicar si no es con el carisma, ¿no? Yo siempre cuento que íbamos a la misma Rural a presentar libros, a la Feria del Libro, cantidad de años, y teníamos siempre los mismos, de 50 a 100 participantes, las mismas personas que se habían graduado en ESEADE o en la Universidad del CEMA, los mismos profesores, los mismos familiares, la situación era repetitiva, y realmente esto fue algo que Javier entendió. Él dijo: vamos a salir de este núcleo y vamos a empezar a expresar estas ideas para toda la Argentina de manera masiva.

Y bueno, lo hizo a su manera, lo hizo con su lenguaje, lo hizo shockeando a las redes, shockeando a los medios de comunicación, golpeando la mesa, pateando el tablero, y creo que tuvo un éxito rotundo que es el que permite hoy que las ideas de la Escuela Austríaca gobiernen en la Argentina, lo cual realmente hay que sacarse el sombrero, porque parecía inviable, ¿no? Yo siempre recuerdo en una de las entrevistas que mencionaba hoy que Mises le contó —o sea, esto lo cuenta Israel Kirzner en la entrevista— que Mises cuando falleció en 1973 estaba muy triste porque todas sus ideas eran ignoradas. Él falleció viendo la crisis del petróleo, viendo la estanflación, viendo un mundo sumergido en las ideas de Keynes, y sentía haber fracasado. Cuando Israel Kirzner le dice:  “¿Usted puede ser mi director de tesis doctoral?”, Mises le dice: “Mirá, yo no tengo problema, pero te conviene buscar a alguien que sea aceptado por la academia, porque vas a arruinar tu vida conmigo”.

Israel Kirzner le dice que le gustó esa humildad de Mises, y dijo: dejame seguir con vos, porque creo que voy a aprender mucho con vos. Y la verdad que Israel Kirzner agradece, porque hizo una carrera notable en la Universidad de Nueva York, publicó muchos libros, muchos artículos académicos, pudo poner al emprendedor en la escena económica. Todavía no entiendo por qué no le han dado el Premio Nobel, todos los años cuando llega la fecha lo pongo en las redes: Israel Kirzner debe ser Premio Nobel de Economía. Sería una bomba para la teoría económica neoclásica poner al emprendedor en el medio de la escena, porque te rompe cualquier modelo. Y bueno,  volviendo a Javier Milei, yo creo que él, si lo hubiera visto Mises, estaría encantado con lo que está pasando. Estaría emocionado de ver el impacto de las ideas de la Escuela Austríaca, el hecho de que la gente ya sabe de qué se trata cuando decimos La acción humana, o La imposibilidad del cálculo económico en el socialismo, o La teoría austríaca del ciclo económico. Creo que son teorías que la gente ya empieza a manejar, a conocer, y Milei hizo mucho para que esto pase. Así que creo que es tremendo lo que está pasando, y no solo por lo que vamos a ver entre 2023 y 2027 en la Argentina, con un programa de estabilización o con menos burocracia y menos corrupción, y con otras cuestiones que se podrían destacar, sino —digamos que pasen ocho años y logre ser reelecto— y la Argentina baje la pobreza a un dígito, y eso va a ser importante.

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