Vance Boetler, acusado de una serie de asesinatos políticos en Minnesota, envió una carta al FBI en la que afirmó con toda seguridad que el gobernador Tim Walz le ordenó asesinar a la senadora Amy Klobuchar.
Según reportes, Boetler, de 57 años, escribió que el supuesto plan buscaba permitir que Walz ocupara el escaño de Klobuchar en el Senado. Sin embargo, la carta, de una página y media, ha sido calificada por fuentes cercanas al gobernador como »confusa» y evidencia el estado mental alterado del autor.
Ni Walz ni Klobuchar respondieron directamente a las acusaciones vertidas en el escrito, pero ambos emitieron declaraciones tras los ataques. El portavoz del gobernador, Teddy Tschann, expresó agradecimiento a las fuerzas del orden por la captura del atacante y aseguró que se hará justicia.
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Klobuchar, por su parte, calificó a Boetler como »un hombre muy peligroso» y agradeció a las autoridades por arrestarlo antes de que pudiera causar más muertes.
Boetler está acusado de asesinar a la representante estatal Melissa Hortman y a su esposo, así como de herir al senador estatal John Hoffman y a su esposa, Yvette, durante un ataque selectivo perpetrado en la madrugada del 14 de junio. En el atentado, Boetler llevaba una máscara de látex y un uniforme de policía, lo que aumentó el nivel de terror de la acción.
En la escena del crimen, se enfrentó en un tiroteo con la policía antes de huir. Allí dejó un manifiesto en el que listaba a 70 políticos como objetivos, entre ellos el propio gobernador Walz, quien años atrás había nombrado a Boetler para un cargo en una junta estatal.
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Tras huir de la escena, Boetler desató la mayor operación de búsqueda en la historia reciente de Minnesota. Fue finalmente capturado en una zona boscosa del condado de Sibley gracias a una pista proporcionada por un residente local que lo vio en una cámara de rastreo. Equipos SWAT participaron en la operación que culminó con su detención.
El sospechoso enfrenta múltiples cargos tanto estatales como federales, entre ellos asesinato y acoso. De ser hallado culpable, Boetler podría enfrentar la pena de muerte.
Las autoridades continúan investigando el contenido de su manifiesto y las motivaciones detrás del ataque, mientras que la opinión pública y el ámbito político de Minnesota se ven sacudidos por la violencia y la gravedad del caso.
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