Un mes después de que trabajadores de Vialidad Nacional destruyeran el monumento al historiador Osvaldo Bayer -autor de «La Patagonia rebelde»- que estaba emplazado a la entrada de Río Gallegos, en Santa Cruz, las autoridades desplazaron de su cargo al funcionario que estaba a cargo de ese distrito por ser responsable del daño material y a la memoria colectiva.
Hasta el jueves de esta semana Paulo Croppi fue el titular del Distrito 23 de Vialidad Nacional y a su cargo estaban las rutas de Santa Cruz, incluida la de la entrada norte a Río Gallegos, donde estaba el homenaje a Osvaldo Bayer, a pocos metros del control policial de Güer Aike.
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Por eso las miradas empezaron a posarse en él y en otro funcionario, Raúl Bórquez, cuando un día después del Día de la Memoria aparecieron operarios a desmantelar el monumento que había sido creado por el escultor Miguel Jerónimo Villalba.
«Ante este intento del Gobierno Nacional de borrar la historia de los santacruceños y de los patagónicos, hemos tomado la decisión de restituir el monumento a Osvaldo Bayer y la Patagonia Rebelde. Porque somos rebeldes por naturaleza», escribió en X Pablo Grasso, intendente de Río Gallegos, al mostrar el daño provocado por la orden de Croppi.
El rechazo fue tal que desde el Gobierno nacional emitieron la disposición en la que «se solicita se sirva iniciar las actuaciones tendientes a formalizar la desafectación y consecuente rescisión del vínculo contractual que une a los ocupantes de la Jefatura del Distrito 23 Santa Cruz, Paulo Croppi y Raúl Bórquez«, como consta en el mensaje reproducido por el sitio La Opinión Austral, de Santa Cruz.
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Además, el Concejo Deliberante de Río Gallegos declaró esta semana que tanto Croppi como a Bórquez son «»personas no gratas» en ese distrito.
En vez de Croppi se apuntó a la abogada Andrea Lebrand como jefa del Distrito 23 de Vialidad Nacional, «hasta tanto se determine quién revestirá como titular de esa función jerárquica y/o se adopte una decisión equivalente».
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