Rodrigo Villagra, un cordobés para el equipo de Foster Gillett

El fútbol argentino es una caja de sorpresas. Sin ir más lejos, el 11 de noviembre pasado, el influencer Iván Buhajeruk, más conocido como Spreen, irrumpió adentro de una cancha integrando el equipo titular de Deportivo Riestra en el partido que ‘El Malevo’ jugó de local ante Vélez, por entonces líder y a la postre campeón del Torneo de la Liga Profesional.

Aquel episodio le costó a la entidad del Bajo Flores una multa equivalente al valor de 1.000 entradas generales, un apercibimiento de la AFA y un pedido público de disculpas, combo que muchos medios periodísticos del país reflejaron con un título casi eufemístico: ‘dura sanción’.

Ahora, el que entró a la cancha es Foster Gillett, magnate estadounidense que anda de shopping por las canchas de Argentina, escudado en el acuerdo de colaboración por tres décadas que tiene encaminado con Estudiantes de La Plata y su presidente Juan Sebastián Verón, uno de los principales promotores del ingreso de capitales privados a los clubes de nuestro país.

Gillett ya jugó para el Liverpool (“una pesadilla para los aficionados”, según describió el periódico Mirror) y tuvo desembarcos frustrados en Heart of Midlothian de Edimburgo y Olympique de Lyon. En el club inglés, que el grupo inversor de su padre administró entre 2007 y 2010, el nuevo Mecenas del Pincha conoció a Javier Mascherano, el jugador que -según dice- le hizo dar cuenta de lo que representa el fútbol argentino.

Foster Gillett le pagó US$ 11,7 millones a River Plate por el pase de Rodrigo Villagra. El mediocampista de Morteros, con pasado reciente en Talleres, podría seguir su carrera en la Liga Premier de Rusia.

Antes de encaminar su sociedad con ‘La Brujita’ -con la promesa de un desembolso global de US$ 150 millones y cláusulas que le aseguran ventajosos beneficios por futuras ventas de jugadores-, Gillett hizo escala en Montevideo, donde acordó la compra del activo fútbol de Rampla Juniors, conocido como ‘El Tercer Grande’ de los clubes de Uruguay.

GILLETT Y COMPAÑÍA. El magnate estadounidense irrumpió en el fútbol argentino apadrinado por funcionarios y empresarios locales. Daniel Scioli, Luciana Santillán y Guillermo Tofoni son los principales impulsores de su desembarco. /// CEDOC PERFIL

Compras por mayor

El empresario Guillermo Tofoni, autoproclamado ‘representante’ de Gillett, fue quien ofició de Celestino entre el nuevo ‘Tío Rico’ del fútbol argentino y ‘La Brujita’ Verón. Despechado ex socio de la AFA y ferviente difusor del ideario de La Libertad Avanza, Tofoni viene trabajando desde hace tiempo a favor de la instauración de las SAD en el fútbol argentino, en estrecha colaboración con funcionarios del gobierno nacional.

“El fútbol que queremos, competitivo y de nivel”, escribió en sus redes sociales el otrora ‘Dueño de la Selección Argentina’, cuando se confirmó la primera operación financiada por Gillett a favor de Estudiantes de La Plata: la ejecución de la cláusula de rescisión de US$ 11 millones que el mediocampista Cristian Medina tenía acordada con Boca Juniors.

El estadounidense también compró para El Pincha al volante ofensivo Luciano Acosta y al delantero Facundo Farías, ambos provenientes de la Major League Soccer (MLS), con un desembolso total de US$ 12 millones. Otro que podría llegar al club platense, también desde Estados Unidos, es el enganche Hernán López Muñoz, el sobrino nieto de Diego Maradona, por cuya ficha Gillett ofertó US$ 11 millones al San José Eartquakes.

De concretarse esta transferencia, la inversión del magnate en el actual mercado de pases del fútbol argentino alcanzaría los US$ 58,7 millones, teniendo en cuenta las compras del marcador central Valentín Gómez (lo adquirió a Vélez US$ 9 millones y lo cederá al Udinese de Italia) y de Rodrigo Villagra, el mediocampista cordobés por cuyo pase le abonó US$ 11,7 millones a River Plate.

La inversión de Foster Gillett en el actual mercado de pases del fútbol argentino rondaría los US$ 60 millones. El magnate estadounidense negocia su desembarco a Estudiantes de La Plata, pero también pone sus fichas en otros clubes de la Liga Profesional.

Esta última operación le permitió al club de Núñez recuperar el dinero que un año atrás le había pagado a Talleres para sumar a sus filas al futbolista. Por aquel traspaso, la entidad de barrio jardín también recibió porcentajes de las fichas del atacante Federico Girotti y del lateral Axel Vigo.

Villagra (volante central, igual que Mascherano, quien supo convocarlo al seleccionado argentino Sub 23) no es un desconocido para Gillett. El ex director deportivo del Liverpool inglés lo vio jugar en vivo y en directo el pasado 21 de agosto en el Monumental, cuando River le ganó 2-1 a la ‘T’ y clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América 2024.

De todos modos, todavía es una incógnita dónde jugará el mediocampista formado en 9 de Julio de Morteros y Rosario Central y con un registro de 119 partidos en Talleres, teniendo en cuenta que Estudiantes de La Plata ya tiene cubierto el cupo de jugadores para esa posición.

Vélez fue otra opción que se barajó para el futuro inmediato del futbolista morterense, quien finalmente podría recalar en el CSKA de Moscú, el club que alguna vez perteneció al Ejército Rojo y que actualmente regentea Bluecastle Enterprises Limited, consorcio con domicilio legal en Londres.

CRISTIAN MEDINA. La ejecución de la cláusula de rescisión del ex mediocampista de Boca Juniors, para cederlo a Estudiantes de La Plata, fue la primera inversión del flamante ‘Tío Rico’ del fútbol argentino. /// CEDOC PERFIL

Bienes personales

En su cuenta de Facebook, el periodista Ariel Scher, riguroso observador del pasado y el presente del deporte, cuestionó “la naturalización plena de que un hombre puede comprar a otro hombre”. En tal sentido, hizo un parangón entre la incipiente irrupción de Gillett en el fútbol argentino y “El centroforward murió al amanecer”, emblemática obra de teatro escrita en 1955 por el dramaturgo argentino Agustín Cuzzani.

“En esa época, sonaba como una alerta distópica: un multimillonario (‘Lupus’) pagaba por talentos de diversas artes y los transformaba en parte de su colección personal”, reflexionó Scher. “A Arístides ‘Cacho’ Garibaldi, crack del momento, lo adquiría y no lo desplazaba hacia otra cancha: lo guardaba como se guardan las frazadas, la comida del perro o los cuadros caros”, añadió.

El comunicador remató su análisis con esta reflexión: “Tranquilidad. Tal vez sea sólo una exageración. Porque resulta verdad que hay una diferencia con esta era: Garibaldi era centroforward y Villagra es centrohalf”.

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