Mientras espera el tramo final del juicio oral y público en Goya por asociación ilícita y 98 casos de estafa, Leonardo Cositorto (54) sorprendió al anunciar que se casará. “Calculo que va a ser después de mediados de año”, le dijo a Clarín desde Goya, donde está preso desde octubre pasado.
El líder de Generación Zoe, al que le espera un largo periplo judicial en diferentes provincias, se esperanza en recuperar la libertad y así evitar una boda tras las rejas.
En ese sentido, dijo que el casamiento “puede ser en Goya o en Córdoba, pero mi misión es estar afuera de estos lugares perversos”, en referencia a los penales donde está alojado desde hace casi tres años.
Cositorto comentó que conoce a su nueva pareja desde hace ocho años “y desde hace dos años venimos hablando en estas circunstancias todos los días, dos veces por día”.
No quiso revelar el nombre de su novia, por razones de «reserva», aunque admitió que también está detenida, pero en Córdoba, por la misma causa que lo tiene como imputado.
“Es una locura que siga presa porque no existe ningún riesgo. Está en Villa María y si la tienen presa es por maldad y presión de la fiscal” del caso, se despachó, en referencia a Juliana Companys.
Cositorto es juzgado en Goya desde mediados de octubre. Al inicio del debate se barajó la posibilidad de un resarcimiento a los 98 ahorristas que lo denunciaron penalmente.
Su abogado defensor es el cordobés Guillermo Dragotto, aunque luego se sumó el correntino José Fernández Codazzi, el mismo que tuvo como clienta a Laudelina Peña en el comienzo del caso Loan Danilo Peña.
Los otros acusados en el banquillo son Maximiliano Batista (46) y Miguel Ángel Echegaray (59) y los tres imputados locales, Lucas Damián Camelino (38) y los hermanos peluqueros Nicolás Ismael Medina (31) y Javier Sebastián Medina (28).
Para el ex CEO de Generación Zoe, “la causa tiene mucho de mediático y político y poca prueba”.
Al respecto, advirtió que “las pruebas son inexistentes y hay otras que fueron armadas, lo cual nos generó un incumplimiento de contrato obligado porque me detienen y bloquean todo”.
Insistió en que no debería estar procesado y siendo enjuiciado en Goya. “Son causas construidas en lugares donde ni siquiera abrí oficinas” de Generación Zoe. Y agregó -en tono amenazante- que “la Justicia va a tener dar cuenta de todo lo que anda haciendo y acusando desde hace tres años”.
Sobre el juicio en Goya, resaltó que la querella “bajó a 102 de los 166 testigos que habían propuesto».
«Esto ratifica nuestra hipótesis de que querer asustar, presionar, para sobornar. Ahí andan sobornando desde el primer día, por eso han estirado tanto (la causa)… A mí no me dejan poner ningún testigo ni prueba, en otro acto vergonzoso”, manifestó indignado.
En Goya, Cositorto está acusado de liderar una asociación ilícita y enfrenta una pena de hasta 16 años de cárcel si es hallado culpable. El 4 de febrero se reanudará el juicio y allí escucharán a 22 testigos propuestos por los defensores de Camelino y los Medina.
Sobre el fallido acuerdo que hubiera puesto fin a la causa penal en Goya, Cositorto sostuvo: “Yo siempre quiero que las personas que fueron perjudicadas, porque yo no hice nada para joderle a la gente, todo lo contrario, cobren su dinero, pero no me dejan trabajar para pagar”, se quejó.
Añadió que su voluntad fue llegar a un arreglo civil “no penalmente, y muchos menos con corrupción, aprietes para robar plata como han robado hasta los mismos abogados».
«Y los sobornos que hubo en Córdoba, que es donde usan la prisión preventiva como un mecanismo de control y extorsión para sacarle plata a los empresarios en cualquier causa”, denunció.
El fallo en Goya posiblemente se conozca a mediados de febrero, dijeron voceros judiciales. Todo indica que los seis imputados terminarán con una condena. Pero a Cositorto, Batista y Echegaray todavía los espera un largo camino, ya que deben enfrentar acusaciones en otras jurisdicciones.
El referente de Generación Zoe está acusado de haber montado un esquema piramidal que colapsó a principios de 2022, cuando no pudo hacer frente al pago de capital y los abultados intereses que ofrecía a los inversores que les confiaban sus ahorros.
El incumplimiento derivó en denuncias penales en Córdoba, Salta, Rosario, Ciudad de Buenos Aires y Corrientes. Cositorto escapó y se mantuvo en la clandestinidad hasta fines de marzo, cuando fue capturado en República Dominicana, adonde había ingresado ilegalmente. Estuvo prófugo casi dos meses.
EMJ