El Día Internacional del Braille se celebra el 4 de enero desde el año 2019 en honor a este sistema de comunicación que permite que las personas que cuenten con algún tipo de discapacidad o deficiencia visual, puedan leer. La fecha fue elegida en recuerdo del nacimiento del creador de este tipo de escritura, el pedagogo francés Louis Braille. Este invento se convirtió en una herramienta clave para la humanidad, que ayudó a garantizar los derechos de las personas en el mundo.
La jornada fue instruida en el año 2018 por la Organización de las Naciones Unidas, mediante la resolución A/RES/73/161. Esta iniciativa tuvo como objetivo difundir este sistema y concientizar acerca de su importancia. Se busca que el braille alcance más lugares en el mundo, de manera que se pueda lograr una inclusión para todos los individuos en los ambientes laborales, públicos, académicos y de salud, entre otros.
Louis Braille nació el 4 de enero de 1809 en Coupvray, una población ubicada a 40 kilómetros de París, Francia. En su niñez experimentó un grave accidente que le provocó ceguera. Sin embargo, nunca dejó de interesarse por su formación académica, por lo que estudió en el Institut National des Jeunes Aveugles. Fue allí donde a sus 20 años comenzó a diseñar un código táctil, que pudiera transmitir textos para las personas que no podían leer de manera tradicional.
El invento se inspiró en otros existentes, como el del militar Charles Barbier de la Serre. El primer diseño de Braille consistía en una matriz de ocho puntos que establecen cada letra del abecedario. Con el objetivo de simplificar la experiencia, redujo los puntos a seis.
Braille, con el objetivo de dar a conocer su nuevo proyecto, escribió el libro Método para escribir palabras, música y canciones sencillas mediante puntos. Gracias a la buena recepción de su trabajo, junto a su amigo Pierre Foucault, quien también padecía ceguera, crearon una máquina que permitiera imprimir braille de manera más eficaz, y así empezaron a consolidar este sistema de comunicación.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, existen al menos 2200 millones de personas en todo el mundo que padecen algún tipo de deterioro de la visión cercana o lejana. Esto comprende adversidades y posibilidades más acotadas en la materia académica y económica para muchos de ellos. Es por ello que el braille es considerado por el artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad como un derecho fundamental. Este sistema facilita el acceso a la educación, libertad de expresión, información y la comunicación escrita.
Este sistema alfabético se compone por un relieve que se atribuye a letras, números, signos de puntuación, símbolos matemáticos, música y grafía científica. Para poder leerlo, es necesario desplazar las yemas de los dedos en sentido de izquierda a derecha.
En nuestro país, es posible aprender braille a través de diferentes propuestas académicas:
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