San Lorenzo vive uno de los momentos más críticos de su historia reciente. A la compleja situación deportiva se suma una crisis institucional que no encuentra solución. En este contexto, Marcelo Moretti, presidente del club, analiza la posibilidad de pedir licencia, tras recibir sugerencias de parte de la comisión directiva para descomprimir la relación con los hinchas.
Este lunes, varios integrantes de la comisión directiva, incluso aquellos cercanos a Moretti, le propusieron que se aleje temporalmente del cargo. La idea busca mitigar las tensiones con la hinchada, que manifestaron su enojo de manera contundente durante la derrota contra Tigre en el Nuevo Gasómetro y en la asamblea del viernes pasado, que terminó siendo suspendida. En caso de que el mandatario decida dar un paso al costado, Néstor Navarro, actual vicepresidente, asumiría un rol clave en la toma de decisiones económicas y deportivas del club.
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El año de San Lorenzo estuvo marcado por el caos, tanto dentro como fuera del campo de juego. En el ámbito deportivo, el equipo tuvo tres entrenadores: Rubén Darío Insúa, Leandro Romagnoli y, actualmente, Miguel Ángel Russo. Sin embargo, los cambios no lograron revertir la situación: el Ciclón terminó 24° en la Liga Profesional y 23° en la tabla anual, muy lejos de los puestos de clasificación a las copas internacionales.
Los últimos días intensificaron la crisis. La suspensión de la asamblea en el Polideportivo Alloni, donde se debía aprobar el balance, encendió aún más la bronca de los hinchas. El viernes, tras la derrota ante Tigre en el Nuevo Gasómetro, los cánticos e insultos contra los jugadores y dirigentes no cesaron durante todo el partido. Los incidentes continuaron fuera del estadio, dejando un clima enrarecido en el club que parece no tener un rumbo claro de cara al futuro cercano.
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