La pelea entre el presidente Javier Milei y su vice, Victoria Villarruel amenazó con generar una crisis institucional inédita por el cuestionamiento oficial a la validez de la sesión del Senado que aprobó la expulsión de Edgardo Kueider, quien a su vez reclama a la Justicia que se tome esa medida y se le restituya su banca con un aval indirecto de la Casa Rosada, donde juegan a varias puntas.
Tras ser detenido en una frontera de Paraguay con 200 mil dólares en efectivo sin declarar, Kueider presentó a través de su abogado, Maximiliano Ruiz, un amparo judicial para que «se deje sin efecto» su expulsión del Senado, aprobada por una amplia mayoría de 60 votos a favor, 6 en contra y una abstención el último jueves. El argumento central apunta a Villarruel.
La defensa del ahora ex senador señala que no se le permitió el derecho a defensa ante sus pares y que la sesión fue presidida por Villarruel a pesar de que debía estar a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Milei a Italia..
Fuentes parlamentarias que con varias décadas de trabajo en el Senado comentaron a iProfesional que «nunca la Justicia anuló una sesión» y que el planteo «es una locura». En caso de prosperar, abriría una crisis institucional entre el Poder Judicial y el Legislativo.
Pero si no prospera, la crisis está igualmente planteada entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo, dado que el argumento de Kueider fue planteado por el mismo entorno de Milei, con un ataque directo a Villarruel, antes de que se presentara el amparo. A eso se le suma que el propio Presidente de la Nación opinó que la sesión «es inválida».
En la Casa Rosada tuvieron que aclarar de manera extraoficial que no impugnarán judicialmente la sesión, pero todos los movimientos de las últimas horas dejaron ver un respaldo al plan de Kueider.
El Gobierno lanzó la hipótesis de que la sesión fue nula poco después de que terminara el debate. El jueves por la noche la Casa Rosada dejó trascender a los medios su idea de que la sesión fue irregular porque Villarruel había sido avisada del viaje de Milei. En paralelo, la tropa digital libertaria salió a repetir este argumento en redes sociales con filosas críticas a la vice.
La línea argumental es que Milei partió rumbo a Italia al mediodía, pero Villarruel presidió la sesión hasta su finalización, que fue por la tarde. El entorno de la vicepresidenta aclaró inmediatamente que el escribano que hace firmar a la vice el traspaso oficial del mando se presentó recién a las 19:00, pero la Casa Rosada decidió desmentirla y llevar a fondo los cuestionamientos a la titular del Senado.
El mismo Gobierno hizo circular una captura de una supuesta conversación del mismo día de la sesión con la secretaria de la vicepresidenta, Guadalupe Jones, en la que le informaban antes del inicio de la sesión que el viaje de Milei a Italia sería al mediodía. En algunos despachos de la Balcarce 50 incluso acusaron Villarruel de mentir.
Poco después, Milei en persona afirmó desde Italia que la sesión «es inválida» y «se podría hacer nuevamente», al tiempo que remarcó que «la doctora Villarruel fue notificada» de su viaje «48 horas antes». La pelea entre ambos se agravó notablemente, con el caso Kueider como nueva excusa.
Según pudo averiguar iProfesional, en el Senado creen que Santiago Caputo y Karina Milei están detrás de una operación contra la vicepresidenta, que a su vez le da plafón al amparo presentado por Kueider para anular la sesión y restituirle la banca aunque todavía esté detenido en Paraguay. Es conocido y bastante público el vínculo que trabó el entrerriano con el influyente asesor de Milei, tanto como la inquina del «triángulo de hierro» con Villarruel.
Temblor en el Senado: sospechas y entretelones de la disputa
No obstante, las sospechas van más allá de esas dos cuestiones. A pesar de que el bloque de senadores de La Libertad Avanza votó a favor de la expulsión de Kueider luego de que fracasara su intento de reunir una mayoría para suspenderlo, Juan Carlos Pagotto, miembro de esa bancada, también advirtió que «tranquilamente, podría darse la impugnación de la sesión«.
«Pagotto es Menem», apuntó a iProfesional una fuente del oficialismo senatorial, en alusión a Eduardo «Lule» Menem, el principal operador político y mano derecha de Karina Milei. De esta forma, deslizan que la Casa Rosada también buscó deslegitimar la sesión y encerrar a Villarruel desde el interior del mismo bloque.
Además, la polémica que amenaza con derivar en una crisis institucional generó también contradicciones en la propia bancada oficialista, dado que Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, aseguró que la sesión fue «válida» y que se ajustaron «al reglamento y a la Constitución», a contramano de lo que expresó Pagotto.
Por otra parte, cerca de la vicepresidenta recuerdan que durante la sesión del jueves «habló tres veces» con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien no mencionó el tema del traspaso de mando por el viaje de Milei.
Otras fuentes del bloque oficialista del Senado consultadas por este medio consideraron que «no va a prosperar esa movida» que activó el Gobierno. Además de que descreen «Villarruel firmó el acta a las 19:00. No haber firmado el traspaso antes expone la responsabilidad o la maldad del Ejecutivo», apuntaron.
¿Por qué el Gobierno apoya indirectamente el plan de Kueider para anular la sesión?
De esta forma confirman la creencia de que el operativo para declarar inválida la sesión fue diseñado en la mesa chica del Gobierno para dañar a Villarruel en el marco de la pelea que mantiene con Milei y su círculo más próximo. Con intención o no, a la vez le da un sustento a la presentación judicial que realizó el abogado de Kueider para volver a su banca.
Sin embargo, el Gobierno podría tener otro objetivo de fondo: impedir que la camporista Estefanía Cora asuma en el lugar de Kueider y el bloque Unión por la Patria sume una banca más a sus 33, lo que lo dejaría a solo tres votos de la mayoría. La finalidad de promover la suspensión del entrerriano en lugar de la expulsión que finalmente se aprobó era, precisamente, dejar la banca vacía y no entregársela a la oposición más dura.
En el Senado hay quienes creen que el amparo presentado por Kueider, con un apoyo indirecto de la Rosada a su argumento central, le servirá de excusa al oficialismo eventualmente para negarse a dar quórum cuando el kirchnerismo quiera hacer jurar a la suplente de Kueider y evitar así que ganen otro escaño.
Todo dependerá de lo que resuelva la Justicia frente al amparo presentado por Kueider para ser restituido en su banca. Sería inédito que declare nula una sesión del Senado que tuvo quórum y una mayoría más que suficiente para los estándares constitucionales en la resolución de expulsarlo.
Pero además, la situación de Kueider frente a la Justicia argentina tampoco es óptima. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado pidió su desafuero para detenerlo en el marco de una causa previa por presunto enriquecimiento ilícito y llegó al punto de allanar su despacho en la Cámara alta.
De todas formas, la decisión judicial frente a la expulsión de Edgardo Kueider Senado difícilmente desactive la crisis política que ya está planteada y que tiene su eje la pelea entre Javier Milei y Victoria Villarruel, que empieza a involucrar aspectos institucionales sensibles.