El Senado tratará este jueves el caso de Edgardo Kueider, el senador detenido en Paraguay tras intentar pasar la frontera con u$s200.000 sin declarar, en el marco de una sesión especial donde se definirá si lo remueven de su banca o si lo suspenden hasta el 1 de marzo en un debate cargado de acusaciones cruzadas que la vicepresidenta Victoria Villarruel se ocupó de recalentar en la previa.
La situación de Kueider incomodó al gobierno de Javier Milei. El senador por Entre Ríos proviene del peronismo e ingresó por la lista del Frente de Todos en 2019 pero se fue del bloque en 2022 y durante el último año fue un aliado clave para el oficialismo. Los alfiles de Cristina Kirchner en el Senado trataron de sacarle doble provecho a la situación.
La bancada de Unión por la Patria impulsa la remoción del entrerriano por «inhabilidad moral» para «ver quiénes lo defienden y quiénes no». Busca hacerle pagar el costo político del caso al gobierno de Milei mientras, por otro lado, intenta sumar una banca más a sus 33 porque si Kueider es expulsado su lugar debería ser ocupado por Estefanía Cora, militante de La Cámpora.
Esto ayudó al oficialismo a encontrar un consenso con la oposición dialoguista que representan el PRO, la UCR y algunos senadores «federales» independientes e impulsar la suspensión, lo que dejaría la banca de Kueider vacía y le permite patear el tema para marzo.
Sin embargo, las dos opciones necesitan una mayoría de dos tercios que a los dos sectores en pugna se les hace difícil de alcanzar, por lo que tampoco se descarta que el tema pueda quedar trabado, sin definición sobre el futuro de Kueider y con un escándalo mayor en torno al caso.
El Senado define la situación de Edgardo Kueider: ¿el oficialismo tendrá los votos?
Sin Kueider y sin el senador chaqueño Víctor Zimmermann, que tiene pendiente de aprobación una licencia para asumir otra tarea en su provincia, la Cámara alta quedaría con 70 senadores. Ese es el número de base que manejan hoy los legisladores. Esto implica que, con asistencia perfecta, el piso de votos para los dos tercios es 47.
En La Libertad Avanza no hay certezas respecto de poder alcanzar esa mayoría. Si se sentara todo el bloque oficialista y todos los senadores de las bancadas dialoguistas llegarían a 34, menos incluso de lo necesario para tener quórum (37). A esto se le suma que dentro del PRO y de la UCR tampoco había una postura unánime.
Las dos bancadas discutirán internamente qué harán en la sesión. Si bien es recurrente la división de los radicales (donde Martín Lousteau es uno de los más «duros» con el oficialismo) esta vez muchos miran al PRO. Días atrás, Mauricio Macri pidió desactivar un almuerzo del bloque de senadores que preside Luis Juez con Milei.
En el enojo con el Gobierno, varios plantearon ir por la expulsión. Sin embargo, fuentes del espacio adelantaron a iProfesional que se impondrá la lógica de «no entrar en el oportunismo» del kirchnerismo y acompañar la suspensión.
¿Cuáles son los números en el kirchnerismo para sumar una banca?
Por su parte, Unión por la Patria cuenta con 33 senadores y sumaría a los dos del bloque Por Santa Cruz y a la rionegrina Mónica Silva, quien el último martes afirmó que Kueider «tiene que ser desplazado de su lugar». Con ellos, el proyecto de remoción llegaría a 36 votos, todavía insuficiente. Confían en que la propuesta sume apoyo de los díscolos de la oposición dialoguista.
Sin embargo, fuentes parlamentarias indicaron a iProfesional que a Unión por la Patria podrían faltarle entre tres y cuatro senadores. Entre ellos mencionaban al catamarqueño Guillermo Andrada -que responde al gobernador Raúl Jalil, de buen vínculo con la Rosada- y al tucumano Juan Manzur.
En ese caso, quedarían más lejos de los dos tercios. No obstante, cuantas más ausencias haya más baja el piso de los dos tercios y eso colaborará con el que junte más votos, aunque no llegue a 47. En el kirchnerismo, por ahora, evitan responder si apoyarán la suspensión en caso de que la expulsión de Kueider no reúna consenso, como salida alternativa.
Y es que el otro escenario que se abre es que ninguno de los dos sectores alcance la mayoría suficiente por falta de acuerdo. Esto favorecería en cierta forma al plan del oficialismo, enfocado en evitar que el kirchnerismo sume una banca que lo deje más cerca de la mayoría para futuros debates, pero no ayudaría a descomprimir el escándalo que generó el caso de Kueider.
Lo que es casi seguro, porque lo repiten varios senadores, es que «Kueider no vuelve». El escándalo por su detención en una frontera con tanto dinero sin declarar es insostenible para toda la cámara, sin distinción de partidos. En el interín, trascendió que el entrerriano le dijo a la policía paraguaya que es un senador «afín al gobierno del presidente Milei». Otro condimento para el acalorado debate que tendrá el Senado.
Victoria Villarruel calentó la sesión: ataque a los K y señal para Javier Milei
Villarruel no tuvo contacto con la Casa Rosada en los días previos, según supo iProfesional. Milei la ignoró en su última cadena nacional el pasado martes y el vínculo parece roto. No obstante, la vice sí conversó con los bloques para tratar de arribar a un acuerdo.
Al anunciar la convocatoria a la sesión por redes sociales este miércoles, la vicepresidenta apuntó contra «la hipocresía del kirchnerismo» y señaló que, si bien Kueider «merece recibir un castigo ejemplar», a Unión por la Patria «lo único que le importa es quedarse con su banca». De paso, remarcó que «entró en la boleta de Cristina».
También ventiló que junto al presidente provisional, Bartolomé Abdala (LLA), trataron de incluir un proyecto para «suspender al senador (Oscar) Parrilli», muy cercano a la ex presidenta, porque irá a juicio oral en la causa sobre el Memorándum con Irán por los cargos de «encubrimiento agravado y traición a la patria», pero no hubo consenso entre los senadores para abrir otra discusión. «Con lo de Kueider tenemos suficiente», deslizaron en uno de los bloques a este medio.
«Llegó la hora de sacar la mugre del Senado», disparó la vicepresidenta en un mensaje muy enfocado en atacar al kirchnerismo pero dirigido también al interior del Gobierno y a los votantes de Milei. Entre sus expresiones y la convocatoria con un acuerdo para dilatar el impacto político del caso Kueider, pareció querer resaltar el valor de su tarea para el oficialismo.
¿Cómo influye la interna entre el Presidente y la vice?
La vicepresidenta busca mostrar que, pese al aislamiento que le impusieron Karina Milei y Santiago Caputo y el distanciamiento con el Presidente, desde el Senado sigue trabajando en favor del Gobierno, mientras reafirma en cada oportunidad que tiene que ella sigue siendo parte y destaca que llegó en la misma boleta que el líder libertario.
Se notó en el video que publicó en redes sociales minutos antes de la cadena nacional de Milei, para poner de relieve su trabajo «construyendo consensos en el Senado» y volvió a mostrarlo al anunciar la sesión de este jueves, donde subrayó: «Al kirchnerismo lo único que le importa es quedarse con su banca (…) y así entorpecer la tarea de nuestro Gobierno».
«Ella nunca va a jugar en contra y siempre se mueve a favor del Gobierno, pase lo que pase», resaltan en el entorno de Villarruel cada vez que son consultados por la interrupción de su relación con Milei, quien antes de la sesión volvió a mostrar la distancia al dejarla afuera de la cadena nacional por su primer año de gestión. Ni siquiera la mencionó.
Así, la interna entre Javier Milei y Victoria Villarruel no afectará la sesión del Senado para definir si Edgardo Kueider es removido o suspendido, donde el eje será la discusión sobre su alineamiento político entre el kirchnerismo y la alianza transitoria y las acusaciones cruzadas por causas de corrupción que pesan sobre otros legisladores. Cualquiera podría verse salpicado. Y al Gobierno no le disgusta este aspecto. Refuerza su relato de campaña contra «la casta».