Entre esa montaña de participantes, que se configuró en una cifra récord para el reality, sobresalió negativamente y motivó al público a expresarse en masa para transformarla en la tristemente célebre primera eliminada. Así, Delfina de Lellis marcará a fuego su nombre en Gran Hermano.
La memoria colectiva guardará su identidad, porque ser elegida en una sola semana de convivencia para abandonar la casa permanece en las retinas. Al igual que en la pasada edición con Tomás Holder, la modelo de Tres de Febrero no pasará al olvido.
En esta temporada del reality se produjo la primera votación de los espectadores, quienes se inclinaron en gran número para decretar la salida de la morocha, quien no pudo contener sus lágrimas, su indignación, su impotencia al escuchar su nombre en la voz de Santiago del Moro.
El golpe anímico se tornó gigantesco para Delfina, ya que al recoger su valija y subirse al auto que la aguardaba en la puerta de la casa padeció un ataque de llanto. Al menos eso se interpretó con la confirmación del conductor del programa, que explicó la dolencia que padeció la eliminada.
EL SUFRIMIENTO DE DELFINA TRAS SER LA PRIMERA ELIMINADA
Santiago tomó la posta y trató de narrar el suceso triste: “Quiero que vean la llegada de recién, Delfina se bajó del auto, vino de la casa para el estudio. Pero tuvo una situación”. Esa palabra engloba una gama variada de posibilidades, pero evidentemente simboliza una angustia mayúscula.
Por eso, del Moro ahondó en el drama que se activó en las entrañas de Delfina: “No está en un momento para poder hablar, prefiere no hablar. Siente que está superada por la situación, está muy angustiada y va a hablar mañana con nosotros, es así la competencia, eligió no hablar, se lo respeta”.
Azorado por la circunstancia, el famoso animador agregó: “Es la primera vez que nos pasa algo así”. Y también procuró amenizar la incomodidad del aire por este acontecimiento inédito: “Me hubiera encantado recibirla acá y darle un aplauso”. ¿Qué le pasó a la eliminada?